El remonte es una de las más espectaculares modalidades de pelota vasca, una forma de entender el juego en el frontón en la que prima la técnica y la gran velocidad con la que el pelotari golpea la pelota con su cesta (en otro tiempo, xistera) en una acción rápida y muy precisa. La singularidad del juego convierte al remonte en la modalidad más rápida y exigente de cuantas existen, como se afirma comúnmente entre los aficionados pelotazales.
La época de la cesta como xistera se remonta a la Pamplona de principios del siglo XX, y en concreto, a los orígenes de esta preciosa modalidad, nacida en 1904 dentro de un ambiente pelotazale con gran tradición al juego del guante en los frontones de grandes dimensiones (en la capital navarra, la cancha del Juego Nuevo).
En medio de una ebullición de partidos, desafíos y apuestas, un aficionado pamplonés nacido en la calle Tejería, Juanito Moya, ideó una nueva cesta que enviara con más fuerza la pelota que los viejos guantes de cuero, sin detenerla en la cesta. Pretendía paliar con esta exótica herramienta su menuda talla en comparación con los grandes pelotaris de la época.